DETECCIÓN DE INCENDIOS: La detección de incendios se centra en identificar la presencia de un incendio en sus etapas iniciales. Esto implica el uso de detectores y sistemas de alerta que pueden percibir señales de fuego, como humo, calor o llamas.
Los principales componentes incluyen:
• Detectores de Humo: Identifican partículas de humo en el aire.
• Detectores de Calor: Responden a cambios de temperatura o al aumento rápido de la misma.
• Detectores de Llamas: Utilizan sensores para identificar la luz emitida por las llamas.
• Sistemas de Alarma: Emiten señales audibles y visuales para alertar a las personas en la zona afectada. La detección temprana permite una respuesta rápida, lo que a su vez mejora las posibilidades de controlar y extinguir el incendio en sus primeras etapas.
ACTUACIÓN CONTRA INCENDIOS: La actuación contra incendios implica la implementación de medidas para controlar y extinguir el incendio una vez que ha sido detectado. Estas medidas pueden variar según la naturaleza del fuego y pueden incluir:
• Rociadores Automáticos: Descargan agua o agentes extintores automáticamente cuando se activa la alarma.
• Sistemas de Gas: Descargan gases extintores, como dióxido de carbono (CO2) o agentes limpios, para controlar o extinguir el fuego.
• Extintores Portátiles: Dispositivos manuales que contienen agentes extintores y se utilizan para combatir incendios en etapas tempranas.
• Sistemas de Espuma: Utilizan espuma para sofocar incendios de líquidos inflamables.
• Sistemas de Polvo Químico Seco: Descargan polvo químico para extinguir fuegos en equipos eléctricos.
• Mangueras Contra Incendios: Se utilizan para dirigir un flujo de agua sobre el fuego.
• La combinación de detección temprana y una respuesta rápida mediante la actuación contra incendios, es fundamental para limitar los daños causados por un incendio y proteger la seguridad de las personas en el área afectada.